lunes, 4 de abril de 2011

Integración Suramericana. Por Alicia Kirchner

El Sr. Presidente de la República de Venezuela, Hugo Chávez Frías visita una vez más el país y viene, como en todas las oportunidades, a reforzar los lazos de integración y cooperación que ambas naciones han tendido desde 2003. El presidente venezolano es un amigo y un aliado estratégico de la Argentina.
Chávez fue uno de los primeros presidentes latinoamericanos en acercarse a un recién asumido Néstor Kirchner para ofrecer su ayuda. Una ayuda que no se hizo esperar.
Fue en el mes de mayo de 2004 cuando entre Venezuela y Argentina negociamos la venta de 300 mil barriles de fuel oil. Era un momento en que nuestro país atravesaba cierta escasez energética producto de largos años de desinversión y negligencia, mientras tanto tratábamos de recuperarnos de la peor crisis económica y social que habíamos sufrido en la historia.
En tal escenario, el gobierno Bolivariano de Venezuela vendió el petróleo suficiente a Argentina como para sobrellevar ese momento difícil. Los términos fueron ventajosos para nuestro país: serían abonados en 12 cuotas, algo inusual en un mercado muy concentrado y habitualmente usurario. Ese fue el primer acuerdo de los muchos que hicimos.
En esta oportunidad, nuestra Presidenta, Cristina Fernández de Kirchner y el Presidente Hugo Chávez firmarán 17 acuerdos que abarcan sectores como el de la industria naval, el energético, los medicamentos y el automotriz y que permitirán aumentar aún más el comercio bilateral, continuando con su exponencial crecimiento. La balanza comercial tiene saldos favorables para la Argentina y se ha cuadruplicado desde 2004, pasando de 400 millones de dólares en 2004 a más de 1.400 millones de dólares en 2010, siendo el superávit a favor de nuestro país en el último año en alrededor de 1.300 millones de dólares. Además el Presidente, Chávez vino a dar inicio formal a la construcción de 16 barcazas en los Astilleros Tandanor, en Costanera Sur con el objeto de desarrollar la navegabilidad de los ríos interiores del continente facilitando el comercio regional y lo hace con Argentina como protagonista.
Como ya señalé, la respetuosa y excelente relación entre ambos gobiernos se remonta a los comienzos de la presidencia de Néstor Kirchner y se extendió a través de los años, diversificando sus aspectos económicos y fortaleciendo su dimensión política. Así, se abarcaron acuerdos que excedieron la esfera puramente estatal, como es el caso del salvataje de la empresa láctea Sancor. Una gigantesca cooperativa de capitales nacionales que, al borde de la quiebra, estaba a punto de ser adquirida por el magnate George Soros, pero gracias a la intervención del gobierno venezolano pudo ser preservada dentro de la órbita nacional y en el de la economía social: la negociación implicó el otorgamiento de un crédito a la empresa a 15 años a cambio del envío de leche en polvo a Venezuela.
Pero la relación entre los dos países no se reduce a acuerdos económicos. Las relaciones políticas quedaron en evidencia tanto en oportunidad de la creación de la misión humanitaria, integrada por Chávez y Kirchner entre otros, que se internó en la selva colombiana para hacer el mayor esfuerzo con el fin de que las FARC liberaran a 3 rehenes y que en definitiva fue el inicio de una larga serie de negociaciones que finalizaron con la liberación de decenas de secuestrados También en ocasión de la realización de la IV Cumbre de las Américas que se llevó a cabo en la Ciudad de Mar del Plata en noviembre de 2005, ambos mandatarios, junto con Lula, tejieron una alianza que hizo posible el rechazo del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), un largo anhelo de los Estados Unidos.
Debo resaltar por otra parte que Venezuela ha desarrollado una política de integración política y económica con todos los países de la región. Ha enviado ayuda técnica y financiera a Bolivia, Cuba, Nicaragua, El Salvador y Ecuador. Su voluntad de acercarse aún más al resto de las naciones sudamericanas, se manifestó también con el pedido que hiciera en 2006 para ser miembro pleno del MERCOSUR, trámite que se halla trabado a raíz de la incomprensible negativa del parlamento paraguayo, sin cuya aprobación el ingreso es imposible.
Hay que considerar que con la incorporación de Venezuela al MERCOSUR, el bloque de naciones nos transformaríamos en un inmenso polo regional incluyendo el 70% del territorio, el 60% de la población y casi el 75% del PBI del subcontinente. Además, estaríamos dando un salto cualitativo creando geoestratégicamente un bloque que abarcaría desde el Caribe hasta Tierra del Fuego.
Muchas de las acciones llevadas adelante por el gobierno venezolano durante estos años en diferentes países de la región han sido consideradas por sectores reaccionarios como injerencias en asuntos internos por parte del Chávez, mas estos mismos sectores no consideraban de esa manera las visitas oficiosas que las misiones del FMI o del Banco Mundial hacían a la Argentina durante los 90 para direccionar las políticas económicas que el gobierno de turno ejecutaba.
La integración argentino-venezolana es una expresión concreta de voluntad de acercamiento de dos países que, históricamente, siempre habían mirado más hacia Europa y Estados Unidos antes que hacia la integración continental profunda.
Por supuesto que las acciones llevadas a cabo van más allá de las meras fotos o declaraciones de rigor. Son acciones concretas que ilustran una época de cercanías ideológicas y afinidades políticas que muestran de la manera más acabada la enorme potencialidad de la integración regional. Integración que busca profundizar y alcanzar la igualdad en Suramérica, como dijo nuestra presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

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